El mercado laboral ha destruido 199.300 puestos de trabajo en agosto, lo que sitúa este final del verano como el peor de los últimos seis años. Bien es cierto que históricamente en el octavo mes del año se pierden afiliados a la Seguridad Social, dado el ajuste de las plantillas por el final de la campaña veraniega en el sector servicios, pero hay que remontarse a 2019 para encontrarse con un dato más elevado (-212.984 afiliados menos) y, de hecho, el de 2025 es el tercer peor agosto en destrucción de empleo de los últimos diecisiete años. Por su parte, el paro subió en 21.905 personas , de nuevo, por el mal comportamiento de los servicios. Esto deja el total de inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en 2.426.511 personas. La nota positiva es que el aumento del paro es el más bajo desde agosto de 2007, y la negativa, que la tasa se sitúa en el 10,4%, muy por encima de la media de la Unión Europea (5,9%). Con todo, y contando el desacelerón de final de mes, el número de cotizantes se sitúa en 21.666.203 personas, tras sumar 476.801 afiliados más en el último año.Como ya se ha avanzado, la pérdida de afiliados se explica por el peso del sector servicios, y especialmente el sector educativo que en agosto volvió a experimentar una sangría laboral , como ya sucedió en junio y julio. Exactamente, más de la tercera parte de los empleos destruidos en el octavo mes del año (75.869) se concentraron en este sector, que ha perdido 255.137 afiliados desde el inicio del verano. Según denunció ayer el sindicato CSIF en una nota, esto se debe a que gran parte de los docentes de la educación pública son personal internino que en el curso anterior estaba en situación de suplencia o cubriendo una vacante y que no ha cumplido el tope de meses que marcan las comunidades autónomas para tener derecho a vacaciones en verano. Hay que recordar que en el sector público la interinidad está en el 33%, algo que le ha valido a España una sentencia en contra por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ha señalado que los mecanismos españoles para prevenir el abuso de la contratación temporal en el sector público no son eficaces. Detrás de la Educación, y dentro del Régimen General, otros sectores que experimentaron descensos notables en el número de cotizantes fueron las actividades administrativas (-19.061), las actividades artísticas (-16.055) y la construcción (-15.455). Por otra parte, repiten malos resultados los dos sistemas que están fuera del Régimen General, la Agricultura y las empleadas del hogar.El campo perdió 14.773 asalariados en agosto , dato que se explica por el final de las campañas de recolección de algunos productos pero que, al mismo tiempo, se encuadra en una lenta pero constante perdida de afiliados en este sector; en los últimos doce meses, el Sistema Especial Agrario ha perdido 6.483 cotizantes. A su vez, el Sistema Especial para Empleadas del hogar perdió 1.743 afiliados en agosto, que se suman a los 19.051 que ha perdido en los últimos doce meses.En lo que refiere a contratación, en el octavo mes del año se formalizaron 1.039.962 contratos nuevos, dato casi idéntico al del ejercicio anterior y que eleva a 10.074.331 los contratos firmados en lo que llevamos de año. Del total de agosto, el 62,90% fueron temporales (654.106), hecho que se explica por el tirón de la hostelería y demás servicios turísticos. A su vez, se formalizaron 385.856 contratos indefinidos, de los que 163.135 eran a tiempo completo, 91.589 a tiempo parcial y 131.132 eran fijos discontinuos. Es decir, que de cada cien contratos firmados en agosto, solo fueron indefinidos y a tiempo completo quince de ellos. En su valoración de los datos, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha insistido en la reducción de la temporalidad desde que entró en vigor la reforma laboral, pero, de nuevo, las cifras revelan que buena parte de la contratación indefinida se explica por la trampa estadística que suponen los fijos-discontinuos. El «calvario» de los autónomos empleadoresPor su parte, el número de trabajadores autónomos se mantiene por encima de los 3,4 millones tras sumar 34.361 en un año, todo ello a pesar de que este agosto ha cerrado con 8.662 trabajadores por cuenta propia menos. Sin embargo, y según ha señalado Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), bajo estos datos se esconde la realidad de un sector que está viviendo lo que él ha calificado de «calvario». Los autónomos aumentan en términos generales, pero no si se toma en consideración solo a los que tienen empresas, que son los que más empleo crean. España lleva seis años sin regresar a los 1,5 millones de autónomos cotizantes de empresa que tenía en 2019, un año después de que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa . En este tiempo han desaparecido más de 50.000 empresas de autónomos mientras el Ejecutivo sigue pretendiendo «castigar», ha dicho el presidente de ATA, al colectivo mediante medidas como la reducción de jornada o el registro horario. El mercado laboral ha destruido 199.300 puestos de trabajo en agosto, lo que sitúa este final del verano como el peor de los últimos seis años. Bien es cierto que históricamente en el octavo mes del año se pierden afiliados a la Seguridad Social, dado el ajuste de las plantillas por el final de la campaña veraniega en el sector servicios, pero hay que remontarse a 2019 para encontrarse con un dato más elevado (-212.984 afiliados menos) y, de hecho, el de 2025 es el tercer peor agosto en destrucción de empleo de los últimos diecisiete años. Por su parte, el paro subió en 21.905 personas , de nuevo, por el mal comportamiento de los servicios. Esto deja el total de inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en 2.426.511 personas. La nota positiva es que el aumento del paro es el más bajo desde agosto de 2007, y la negativa, que la tasa se sitúa en el 10,4%, muy por encima de la media de la Unión Europea (5,9%). Con todo, y contando el desacelerón de final de mes, el número de cotizantes se sitúa en 21.666.203 personas, tras sumar 476.801 afiliados más en el último año.Como ya se ha avanzado, la pérdida de afiliados se explica por el peso del sector servicios, y especialmente el sector educativo que en agosto volvió a experimentar una sangría laboral , como ya sucedió en junio y julio. Exactamente, más de la tercera parte de los empleos destruidos en el octavo mes del año (75.869) se concentraron en este sector, que ha perdido 255.137 afiliados desde el inicio del verano. Según denunció ayer el sindicato CSIF en una nota, esto se debe a que gran parte de los docentes de la educación pública son personal internino que en el curso anterior estaba en situación de suplencia o cubriendo una vacante y que no ha cumplido el tope de meses que marcan las comunidades autónomas para tener derecho a vacaciones en verano. Hay que recordar que en el sector público la interinidad está en el 33%, algo que le ha valido a España una sentencia en contra por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ha señalado que los mecanismos españoles para prevenir el abuso de la contratación temporal en el sector público no son eficaces. Detrás de la Educación, y dentro del Régimen General, otros sectores que experimentaron descensos notables en el número de cotizantes fueron las actividades administrativas (-19.061), las actividades artísticas (-16.055) y la construcción (-15.455). Por otra parte, repiten malos resultados los dos sistemas que están fuera del Régimen General, la Agricultura y las empleadas del hogar.El campo perdió 14.773 asalariados en agosto , dato que se explica por el final de las campañas de recolección de algunos productos pero que, al mismo tiempo, se encuadra en una lenta pero constante perdida de afiliados en este sector; en los últimos doce meses, el Sistema Especial Agrario ha perdido 6.483 cotizantes. A su vez, el Sistema Especial para Empleadas del hogar perdió 1.743 afiliados en agosto, que se suman a los 19.051 que ha perdido en los últimos doce meses.En lo que refiere a contratación, en el octavo mes del año se formalizaron 1.039.962 contratos nuevos, dato casi idéntico al del ejercicio anterior y que eleva a 10.074.331 los contratos firmados en lo que llevamos de año. Del total de agosto, el 62,90% fueron temporales (654.106), hecho que se explica por el tirón de la hostelería y demás servicios turísticos. A su vez, se formalizaron 385.856 contratos indefinidos, de los que 163.135 eran a tiempo completo, 91.589 a tiempo parcial y 131.132 eran fijos discontinuos. Es decir, que de cada cien contratos firmados en agosto, solo fueron indefinidos y a tiempo completo quince de ellos. En su valoración de los datos, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha insistido en la reducción de la temporalidad desde que entró en vigor la reforma laboral, pero, de nuevo, las cifras revelan que buena parte de la contratación indefinida se explica por la trampa estadística que suponen los fijos-discontinuos. El «calvario» de los autónomos empleadoresPor su parte, el número de trabajadores autónomos se mantiene por encima de los 3,4 millones tras sumar 34.361 en un año, todo ello a pesar de que este agosto ha cerrado con 8.662 trabajadores por cuenta propia menos. Sin embargo, y según ha señalado Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), bajo estos datos se esconde la realidad de un sector que está viviendo lo que él ha calificado de «calvario». Los autónomos aumentan en términos generales, pero no si se toma en consideración solo a los que tienen empresas, que son los que más empleo crean. España lleva seis años sin regresar a los 1,5 millones de autónomos cotizantes de empresa que tenía en 2019, un año después de que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa . En este tiempo han desaparecido más de 50.000 empresas de autónomos mientras el Ejecutivo sigue pretendiendo «castigar», ha dicho el presidente de ATA, al colectivo mediante medidas como la reducción de jornada o el registro horario.
El mercado laboral ha destruido 199.300 puestos de trabajo en agosto, lo que sitúa este final del verano como el peor de los últimos seis años. Bien es cierto que históricamente en el octavo mes del año se pierden afiliados a la Seguridad Social, … dado el ajuste de las plantillas por el final de la campaña veraniega en el sector servicios, pero hay que remontarse a 2019 para encontrarse con un dato más elevado (-212.984 afiliados menos) y, de hecho, el de 2025 es el tercer peor agosto en destrucción de empleo de los últimos diecisiete años.
Por su parte, el paro subió en 21.905 personas, de nuevo, por el mal comportamiento de los servicios. Esto deja el total de inscritos en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) en 2.426.511 personas. La nota positiva es que el aumento del paro es el más bajo desde agosto de 2007, y la negativa, que la tasa se sitúa en el 10,4%, muy por encima de la media de la Unión Europea (5,9%). Con todo, y contando el desacelerón de final de mes, el número de cotizantes se sitúa en 21.666.203 personas, tras sumar 476.801 afiliados más en el último año.
Como ya se ha avanzado, la pérdida de afiliados se explica por el peso del sector servicios, y especialmente el sector educativo que en agosto volvió a experimentar una sangría laboral, como ya sucedió en junio y julio. Exactamente, más de la tercera parte de los empleos destruidos en el octavo mes del año (75.869) se concentraron en este sector, que ha perdido 255.137 afiliados desde el inicio del verano. Según denunció ayer el sindicato CSIF en una nota, esto se debe a que gran parte de los docentes de la educación pública son personal internino que en el curso anterior estaba en situación de suplencia o cubriendo una vacante y que no ha cumplido el tope de meses que marcan las comunidades autónomas para tener derecho a vacaciones en verano.
Hay que recordar que en el sector público la interinidad está en el 33%, algo que le ha valido a España una sentencia en contra por parte del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que ha señalado que los mecanismos españoles para prevenir el abuso de la contratación temporal en el sector público no son eficaces.
Detrás de la Educación, y dentro del Régimen General, otros sectores que experimentaron descensos notables en el número de cotizantes fueron las actividades administrativas (-19.061), las actividades artísticas (-16.055) y la construcción (-15.455). Por otra parte, repiten malos resultados los dos sistemas que están fuera del Régimen General, la Agricultura y las empleadas del hogar.
El campo perdió 14.773 asalariados en agosto, dato que se explica por el final de las campañas de recolección de algunos productos pero que, al mismo tiempo, se encuadra en una lenta pero constante perdida de afiliados en este sector; en los últimos doce meses, el Sistema Especial Agrario ha perdido 6.483 cotizantes. A su vez, el Sistema Especial para Empleadas del hogar perdió 1.743 afiliados en agosto, que se suman a los 19.051 que ha perdido en los últimos doce meses.
En lo que refiere a contratación, en el octavo mes del año se formalizaron 1.039.962 contratos nuevos, dato casi idéntico al del ejercicio anterior y que eleva a 10.074.331 los contratos firmados en lo que llevamos de año. Del total de agosto, el 62,90% fueron temporales (654.106), hecho que se explica por el tirón de la hostelería y demás servicios turísticos. A su vez, se formalizaron 385.856 contratos indefinidos, de los que 163.135 eran a tiempo completo, 91.589 a tiempo parcial y 131.132 eran fijos discontinuos. Es decir, que de cada cien contratos firmados en agosto, solo fueron indefinidos y a tiempo completo quince de ellos.
En su valoración de los datos, el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ha insistido en la reducción de la temporalidad desde que entró en vigor la reforma laboral, pero, de nuevo, las cifras revelan que buena parte de la contratación indefinida se explica por la trampa estadística que suponen los fijos-discontinuos.
El «calvario» de los autónomos empleadores
Por su parte, el número de trabajadores autónomos se mantiene por encima de los 3,4 millones tras sumar 34.361 en un año, todo ello a pesar de que este agosto ha cerrado con 8.662 trabajadores por cuenta propia menos. Sin embargo, y según ha señalado Lorenzo Amor, presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), bajo estos datos se esconde la realidad de un sector que está viviendo lo que él ha calificado de «calvario».
Los autónomos aumentan en términos generales, pero no si se toma en consideración solo a los que tienen empresas, que son los que más empleo crean. España lleva seis años sin regresar a los 1,5 millones de autónomos cotizantes de empresa que tenía en 2019, un año después de que Pedro Sánchez llegara a la Moncloa. En este tiempo han desaparecido más de 50.000 empresas de autónomos mientras el Ejecutivo sigue pretendiendo «castigar», ha dicho el presidente de ATA, al colectivo mediante medidas como la reducción de jornada o el registro horario.
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