Internet de las cosas (o IoT, las siglas del término inglés ‘Internet of Things’) es la llave maestra de las ciudades inteligentes llamadas a redefinir la forma en que organizamos y disfrutamos de los espacios urbanos. Una gran transformación en marcha en la que es clave un pequeño elemento: los nodos IoT, dispositivos integradores de información, intermediación entre lo físico y lo virtual. Son un pilar fundamental a la hora de convertir cualquier edificio en inteligente, resultan imprescindibles para crear un sistema de comunicación integral. «Los nodos IoT -apunta Adolfo Borrero, presidente de la Comisión de Smart Cities de AMETIC- nacen de la necesidad de incorporar ciertos objetos en la ciudad, principalmente en los edificios, en las plataforma de las ‘ciudades inteligentes’. Una estructura pasiva que no aportaba, que cambió, hace unos seis años, al introducirse la sensórica. Primero se pensó en estaciones y puertos y aeropuertos, ya que son puntos de entrada y salida de personas y mercancías que no se medían».El hecho de que pasemos en el interior de los edificios más del 80% de nuestra vida refuerzan la idea de que la sensórica y la normalización de sistemas es esencial. Más aún en puertos y aeropuertos, hospitales y otras infraestructuras estratégicas.Noticia Relacionada estandar No El acelerón de la IA abre nuevas vías a la gestión inteligente de la movilidad urbana Alberto Velázquez Diversas iniciativas de colaboración público-privada ya están sacando partido a millones de datos para racionalizar y desatascar el tráfico de nuestras ciudadesPrecisamente, esta tecnología de los nodos IoT y el desarrollo de las ‘smart cities’ tuvieron un especial protagonismo en el reciente Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones celebrado por Ametic en Santander. La alcaldesa de Santander, Gema Igual, destacó en su presentación cómo «los alcaldes debemos ser capaces de analizar la realidad y establecer colaboraciones público-privadas. Necesitamos que las empresas traduzcan los datos e indiquen el camino a seguir». Millones de datos (energía, seguridad, clima, medio ambiente -más del 70% de emisiones CO2 se generan en entornos urbanos-, movilidad, etc.) que circulan entre plataformas de gestión de información y que nutren el cerebro de la ciudad, que permiten, como añade Borrero, «hacer propuestas determinadas a la población y contribuir a la planificación a futuro, como en los casos de uso de los gemelos digitales». Escenario ante el que destaca cómo España está en vanguardia: «Un desempeño puntero, en el que hay que avanzar en la normalización, como en el caso de la norma UNE 178, que regula la interoperabilidad, la semántica del sistema». Un factor esencial para cohesionar los lenguajes de datos que fluyen en ingentes magnitudes por las ciberarterias de las ciudades. Como señalan desde Televés: «No hay revolución sin normativa sobre estandarización».Trabajos sobre el terreno Málaga (con plataformas como Málaga Abierta) o Canarias son ejemplos de enclaves españoles donde destaca el esfuerzo por hacer ciudades cada vez más ‘smart’. En el caso de la Comunidad de Madrid, destacan, desde la Consejería de Digitalización, cómo «el IoT es un vector clave de nuestra Estrategia de Digitalización 2023–2026, combinando conectividad 5G, modernización de servicios públicos y ecosistemas de colaboración. Bajo el paraguas de Clústeres Madrid, el Clúster de IoT impulsa proyectos piloto y transferencia tecnológica con empresas, universidades y ayuntamientos, articulando una red regional que acelera casos de uso urbanos y rurales». «Conectamos talento y empresa (destaca el director general de Estrategia Digital, Ignacio Azorín) para que la tecnología resuelva problemas reales y cree oportunidades en toda la región».En el caso de Red.es, han impulsado desde hace más de una década el fomento de las Ciudades y Territorios Inteligentes, promoviendo la mejora de los servicios públicos que ofrecen los territorios a través del uso de las TIC. «En concreto (señalan) se han promovido cinco convocatorias con 200 millones de euros a 59 iniciativas en ciudades, islas, destinos turísticos y edificios inteligentes». Y se va a poner en marcha una convocatoria de 87 millones para entidades locales y CC.AA. uniprovinciales, con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Todo este tráfico en tiempo real de datos necesita no sólo el incremento de la colaboración público-privada, sino el aumento en prestaciones de tecnologías como 5G para vadear con mayores y mejores garantías la computación en la nube, en un país que, al menos, cuenta con un buen despliegue de fibra óptica. Carlos J. Bernardos, vicepresidente de 5TONIC y catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, apunta algunas claves de uso de las investigaciones realizadas en el instituto fundado por Telefónica e IMDEA Networks. Los avances se han dado, sobre todo, en el ámbito industrial, con aplicaciones que podrán beneficiar a la frenética actividad urbana: «Las comunicaciones masivas tipo máquina (mMTC) se basan en tecnologías como NB-IoT y LTE- (aunque fueron incorporadas a la 5G, ya habían sido definidas en 4G). A partir de ahí, 5TONIC trabaja en la aplicación de 5G para optimizar y automatizar los procesos de fabricación, con ejemplos como la centralización del control de vehículos de guiado automático en entornos de fábrica, en colaboración con ABB».Ciudades optimizadasEn este y otros casos de uso, se busca reemplazar el control individual por un sistema centralizado «lo que permite (señala Bernardos) una mayor fiabilidad, menor latencia y la posibilidad de implementar funcionalidades avanzadas (optimización de rutas en tiempo real, detección de obstáculos, mapeo del entorno, etc.». Opciones que se potenciarán con el desarrollo del denominado 5G Stand Alone (que opera independientemente de la infraestructura 4G) que, precisamente, será el objeto de estudio en un ‘white paper’ de Ametic previsto este otoño, y con las mejoras en las soluciones ‘extremo a extremo’ potenciadas por el uso de la IA.La irrupción de la inteligencia arficial obligará a poner al día las redes de telecomunicacionesXavier Martí, responsable de negocio innovación en SIRT, incide en la importancia de una correcta «observabilidad de la ciudad sensorizada, en la que la IA Generativa facilita la integración de la ciudadanía en el modelo virtualizado de la ciudad». Propósito en el que la ciberseguridad es fundamental, un ámbito en el que SIRT colabora, por ejemplo, con Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad), con SOCs (Centros de Operaciones de Seguridad) que evalúa todo tipo de alertas. Y que, para mayor tranquilidad de la ciudadanía, «cuenta con los SIEM (Sistema de Gestión de Eventos e Información de Seguridad) y con los avanzados protocolos de seguridad del 5G». Trabajo pendienteRocío Sáenz, directora para el sur de Europa, Oriente Medio y África de BT, reivindicó, por su parte, en el encuentro de Ametic, «una mayor atención al papel de las redes de telecomunicaciones en el ecosistema de la IA, ya que las actuales infraestructuras no están lo suficientemente preparadas para los nuevos patrones de tráfico (como el tráfico entre nubes o desde el ‘edge’ a múltiples dispositivos) para responder con eficiencia a la latencia, disponibilidad y volumen que exigen los modelos actuales. Antes, los diseños eran más estáticos, con cargas más predecibles. Ahora, la solución pasa por habilitar rutas en función de la demanda de una manera dinámica». Como se destaca en la Directiva (UE) 2024/1275 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de abril de 2024 (relativa a la eficiencia energética de los edificios), «ciudades y edificios, unidades de convivencia básicas en el desarrollo socioeconómico, deben orientarse hacia criterios de sostenibilidad cuantificados en datos (consumos, habitabilidad y seguridad) que deben medirse y sobre los que tomar decisiones por parte de gestores municipales y comunidades de propietarios». Por ello se ratifica como esencial, «cada dispositivo integrador en el edificio, físico, virtual o de ambas tecnologías, que obtenga todas las medidas, denominado Nodo IoT». Desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación avisan cómo este marco normativo «no es suficiente, al carecer de una infraestructura integradora para considerar el edificio como un todo y permitir no solo el acceso a los servicios de telecomunicaciones de sus ocupantes, sino también la posibilidad de acceder, como entidad económica, a todos los sistemas de edificio». Proponen un anexo que propicie tecnologías que permitan un mejor control y gestión remota de las infraestructuras, con el foco en la eficiencia».ColaboraciónLa relevancia de esta mejora normativo pasa por la colaboración interinstitucional entre expertos en telecomunicaciones, arquitectos, administradores de fincas, etc., «en una responsabilidad a nivel país», en un panorama, por extensión, que presentará más de 50.000 millones de dispositivos conectados en todo el planeta para 2050, con normativas europeas como la Declaración Living-in EU «por el desarrollo digital sostenible». Pasos fundamentales para que las ‘smart cities’ lo sean cada vez más, «para que las Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones se amplíen con la implantación progresiva del edificio sostenible, monitorizado, conectado en territorios inteligentes como la manera de mantener a España en este liderazgo de conectividad». Internet de las cosas (o IoT, las siglas del término inglés ‘Internet of Things’) es la llave maestra de las ciudades inteligentes llamadas a redefinir la forma en que organizamos y disfrutamos de los espacios urbanos. Una gran transformación en marcha en la que es clave un pequeño elemento: los nodos IoT, dispositivos integradores de información, intermediación entre lo físico y lo virtual. Son un pilar fundamental a la hora de convertir cualquier edificio en inteligente, resultan imprescindibles para crear un sistema de comunicación integral. «Los nodos IoT -apunta Adolfo Borrero, presidente de la Comisión de Smart Cities de AMETIC- nacen de la necesidad de incorporar ciertos objetos en la ciudad, principalmente en los edificios, en las plataforma de las ‘ciudades inteligentes’. Una estructura pasiva que no aportaba, que cambió, hace unos seis años, al introducirse la sensórica. Primero se pensó en estaciones y puertos y aeropuertos, ya que son puntos de entrada y salida de personas y mercancías que no se medían».El hecho de que pasemos en el interior de los edificios más del 80% de nuestra vida refuerzan la idea de que la sensórica y la normalización de sistemas es esencial. Más aún en puertos y aeropuertos, hospitales y otras infraestructuras estratégicas.Noticia Relacionada estandar No El acelerón de la IA abre nuevas vías a la gestión inteligente de la movilidad urbana Alberto Velázquez Diversas iniciativas de colaboración público-privada ya están sacando partido a millones de datos para racionalizar y desatascar el tráfico de nuestras ciudadesPrecisamente, esta tecnología de los nodos IoT y el desarrollo de las ‘smart cities’ tuvieron un especial protagonismo en el reciente Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones celebrado por Ametic en Santander. La alcaldesa de Santander, Gema Igual, destacó en su presentación cómo «los alcaldes debemos ser capaces de analizar la realidad y establecer colaboraciones público-privadas. Necesitamos que las empresas traduzcan los datos e indiquen el camino a seguir». Millones de datos (energía, seguridad, clima, medio ambiente -más del 70% de emisiones CO2 se generan en entornos urbanos-, movilidad, etc.) que circulan entre plataformas de gestión de información y que nutren el cerebro de la ciudad, que permiten, como añade Borrero, «hacer propuestas determinadas a la población y contribuir a la planificación a futuro, como en los casos de uso de los gemelos digitales». Escenario ante el que destaca cómo España está en vanguardia: «Un desempeño puntero, en el que hay que avanzar en la normalización, como en el caso de la norma UNE 178, que regula la interoperabilidad, la semántica del sistema». Un factor esencial para cohesionar los lenguajes de datos que fluyen en ingentes magnitudes por las ciberarterias de las ciudades. Como señalan desde Televés: «No hay revolución sin normativa sobre estandarización».Trabajos sobre el terreno Málaga (con plataformas como Málaga Abierta) o Canarias son ejemplos de enclaves españoles donde destaca el esfuerzo por hacer ciudades cada vez más ‘smart’. En el caso de la Comunidad de Madrid, destacan, desde la Consejería de Digitalización, cómo «el IoT es un vector clave de nuestra Estrategia de Digitalización 2023–2026, combinando conectividad 5G, modernización de servicios públicos y ecosistemas de colaboración. Bajo el paraguas de Clústeres Madrid, el Clúster de IoT impulsa proyectos piloto y transferencia tecnológica con empresas, universidades y ayuntamientos, articulando una red regional que acelera casos de uso urbanos y rurales». «Conectamos talento y empresa (destaca el director general de Estrategia Digital, Ignacio Azorín) para que la tecnología resuelva problemas reales y cree oportunidades en toda la región».En el caso de Red.es, han impulsado desde hace más de una década el fomento de las Ciudades y Territorios Inteligentes, promoviendo la mejora de los servicios públicos que ofrecen los territorios a través del uso de las TIC. «En concreto (señalan) se han promovido cinco convocatorias con 200 millones de euros a 59 iniciativas en ciudades, islas, destinos turísticos y edificios inteligentes». Y se va a poner en marcha una convocatoria de 87 millones para entidades locales y CC.AA. uniprovinciales, con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder). Todo este tráfico en tiempo real de datos necesita no sólo el incremento de la colaboración público-privada, sino el aumento en prestaciones de tecnologías como 5G para vadear con mayores y mejores garantías la computación en la nube, en un país que, al menos, cuenta con un buen despliegue de fibra óptica. Carlos J. Bernardos, vicepresidente de 5TONIC y catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, apunta algunas claves de uso de las investigaciones realizadas en el instituto fundado por Telefónica e IMDEA Networks. Los avances se han dado, sobre todo, en el ámbito industrial, con aplicaciones que podrán beneficiar a la frenética actividad urbana: «Las comunicaciones masivas tipo máquina (mMTC) se basan en tecnologías como NB-IoT y LTE- (aunque fueron incorporadas a la 5G, ya habían sido definidas en 4G). A partir de ahí, 5TONIC trabaja en la aplicación de 5G para optimizar y automatizar los procesos de fabricación, con ejemplos como la centralización del control de vehículos de guiado automático en entornos de fábrica, en colaboración con ABB».Ciudades optimizadasEn este y otros casos de uso, se busca reemplazar el control individual por un sistema centralizado «lo que permite (señala Bernardos) una mayor fiabilidad, menor latencia y la posibilidad de implementar funcionalidades avanzadas (optimización de rutas en tiempo real, detección de obstáculos, mapeo del entorno, etc.». Opciones que se potenciarán con el desarrollo del denominado 5G Stand Alone (que opera independientemente de la infraestructura 4G) que, precisamente, será el objeto de estudio en un ‘white paper’ de Ametic previsto este otoño, y con las mejoras en las soluciones ‘extremo a extremo’ potenciadas por el uso de la IA.La irrupción de la inteligencia arficial obligará a poner al día las redes de telecomunicacionesXavier Martí, responsable de negocio innovación en SIRT, incide en la importancia de una correcta «observabilidad de la ciudad sensorizada, en la que la IA Generativa facilita la integración de la ciudadanía en el modelo virtualizado de la ciudad». Propósito en el que la ciberseguridad es fundamental, un ámbito en el que SIRT colabora, por ejemplo, con Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad), con SOCs (Centros de Operaciones de Seguridad) que evalúa todo tipo de alertas. Y que, para mayor tranquilidad de la ciudadanía, «cuenta con los SIEM (Sistema de Gestión de Eventos e Información de Seguridad) y con los avanzados protocolos de seguridad del 5G». Trabajo pendienteRocío Sáenz, directora para el sur de Europa, Oriente Medio y África de BT, reivindicó, por su parte, en el encuentro de Ametic, «una mayor atención al papel de las redes de telecomunicaciones en el ecosistema de la IA, ya que las actuales infraestructuras no están lo suficientemente preparadas para los nuevos patrones de tráfico (como el tráfico entre nubes o desde el ‘edge’ a múltiples dispositivos) para responder con eficiencia a la latencia, disponibilidad y volumen que exigen los modelos actuales. Antes, los diseños eran más estáticos, con cargas más predecibles. Ahora, la solución pasa por habilitar rutas en función de la demanda de una manera dinámica». Como se destaca en la Directiva (UE) 2024/1275 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de abril de 2024 (relativa a la eficiencia energética de los edificios), «ciudades y edificios, unidades de convivencia básicas en el desarrollo socioeconómico, deben orientarse hacia criterios de sostenibilidad cuantificados en datos (consumos, habitabilidad y seguridad) que deben medirse y sobre los que tomar decisiones por parte de gestores municipales y comunidades de propietarios». Por ello se ratifica como esencial, «cada dispositivo integrador en el edificio, físico, virtual o de ambas tecnologías, que obtenga todas las medidas, denominado Nodo IoT». Desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación avisan cómo este marco normativo «no es suficiente, al carecer de una infraestructura integradora para considerar el edificio como un todo y permitir no solo el acceso a los servicios de telecomunicaciones de sus ocupantes, sino también la posibilidad de acceder, como entidad económica, a todos los sistemas de edificio». Proponen un anexo que propicie tecnologías que permitan un mejor control y gestión remota de las infraestructuras, con el foco en la eficiencia».ColaboraciónLa relevancia de esta mejora normativo pasa por la colaboración interinstitucional entre expertos en telecomunicaciones, arquitectos, administradores de fincas, etc., «en una responsabilidad a nivel país», en un panorama, por extensión, que presentará más de 50.000 millones de dispositivos conectados en todo el planeta para 2050, con normativas europeas como la Declaración Living-in EU «por el desarrollo digital sostenible». Pasos fundamentales para que las ‘smart cities’ lo sean cada vez más, «para que las Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones se amplíen con la implantación progresiva del edificio sostenible, monitorizado, conectado en territorios inteligentes como la manera de mantener a España en este liderazgo de conectividad».
Internet de las cosas (o IoT, las siglas del término inglés ‘Internet of Things’) es la llave maestra de las ciudades inteligentes llamadas a redefinir la forma en que organizamos y disfrutamos de los espacios urbanos. Una gran transformación en marcha en la que … es clave un pequeño elemento: los nodos IoT, dispositivos integradores de información, intermediación entre lo físico y lo virtual.
Son un pilar fundamental a la hora de convertir cualquier edificio en inteligente, resultan imprescindibles para crear un sistema de comunicación integral. «Los nodos IoT -apunta Adolfo Borrero, presidente de la Comisión de Smart Cities de AMETIC- nacen de la necesidad de incorporar ciertos objetos en la ciudad, principalmente en los edificios, en las plataforma de las ‘ciudades inteligentes’. Una estructura pasiva que no aportaba, que cambió, hace unos seis años, al introducirse la sensórica. Primero se pensó en estaciones y puertos y aeropuertos, ya que son puntos de entrada y salida de personas y mercancías que no se medían».
El hecho de que pasemos en el interior de los edificios más del 80% de nuestra vida refuerzan la idea de que la sensórica y la normalización de sistemas es esencial. Más aún en puertos y aeropuertos, hospitales y otras infraestructuras estratégicas.
Precisamente, esta tecnología de los nodos IoT y el desarrollo de las ‘smart cities’ tuvieron un especial protagonismo en el reciente Encuentro de la Economía Digital y las Telecomunicaciones celebrado por Ametic en Santander. La alcaldesa de Santander, Gema Igual, destacó en su presentación cómo «los alcaldes debemos ser capaces de analizar la realidad y establecer colaboraciones público-privadas. Necesitamos que las empresas traduzcan los datos e indiquen el camino a seguir».
Millones de datos (energía, seguridad, clima, medio ambiente -más del 70% de emisiones CO2 se generan en entornos urbanos-, movilidad, etc.) que circulan entre plataformas de gestión de información y que nutren el cerebro de la ciudad, que permiten, como añade Borrero, «hacer propuestas determinadas a la población y contribuir a la planificación a futuro, como en los casos de uso de los gemelos digitales». Escenario ante el que destaca cómo España está en vanguardia: «Un desempeño puntero, en el que hay que avanzar en la normalización, como en el caso de la norma UNE 178, que regula la interoperabilidad, la semántica del sistema». Un factor esencial para cohesionar los lenguajes de datos que fluyen en ingentes magnitudes por las ciberarterias de las ciudades. Como señalan desde Televés: «No hay revolución sin normativa sobre estandarización».
En el caso de Red.es, han impulsado desde hace más de una década el fomento de las Ciudades y Territorios Inteligentes, promoviendo la mejora de los servicios públicos que ofrecen los territorios a través del uso de las TIC. «En concreto (señalan) se han promovido cinco convocatorias con 200 millones de euros a 59 iniciativas en ciudades, islas, destinos turísticos y edificios inteligentes». Y se va a poner en marcha una convocatoria de 87 millones para entidades locales y CC.AA. uniprovinciales, con cargo al Fondo Europeo de Desarrollo Regional (Feder).
Todo este tráfico en tiempo real de datos necesita no sólo el incremento de la colaboración público-privada, sino el aumento en prestaciones de tecnologías como 5G para vadear con mayores y mejores garantías la computación en la nube, en un país que, al menos, cuenta con un buen despliegue de fibra óptica. Carlos J. Bernardos, vicepresidente de 5TONIC y catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid, apunta algunas claves de uso de las investigaciones realizadas en el instituto fundado por Telefónica e IMDEA Networks. Los avances se han dado, sobre todo, en el ámbito industrial, con aplicaciones que podrán beneficiar a la frenética actividad urbana: «Las comunicaciones masivas tipo máquina (mMTC) se basan en tecnologías como NB-IoT y LTE- (aunque fueron incorporadas a la 5G, ya habían sido definidas en 4G). A partir de ahí, 5TONIC trabaja en la aplicación de 5G para optimizar y automatizar los procesos de fabricación, con ejemplos como la centralización del control de vehículos de guiado automático en entornos de fábrica, en colaboración con ABB».
Ciudades optimizadas
En este y otros casos de uso, se busca reemplazar el control individual por un sistema centralizado «lo que permite (señala Bernardos) una mayor fiabilidad, menor latencia y la posibilidad de implementar funcionalidades avanzadas (optimización de rutas en tiempo real, detección de obstáculos, mapeo del entorno, etc.». Opciones que se potenciarán con el desarrollo del denominado 5G Stand Alone (que opera independientemente de la infraestructura 4G) que, precisamente, será el objeto de estudio en un ‘white paper’ de Ametic previsto este otoño, y con las mejoras en las soluciones ‘extremo a extremo’ potenciadas por el uso de la IA.
La irrupción de la inteligencia arficial obligará a poner al día las redes de telecomunicaciones
Xavier Martí, responsable de negocio innovación en SIRT, incide en la importancia de una correcta «observabilidad de la ciudad sensorizada, en la que la IA Generativa facilita la integración de la ciudadanía en el modelo virtualizado de la ciudad». Propósito en el que la ciberseguridad es fundamental, un ámbito en el que SIRT colabora, por ejemplo, con Incibe (Instituto Nacional de Ciberseguridad), con SOCs (Centros de Operaciones de Seguridad) que evalúa todo tipo de alertas. Y que, para mayor tranquilidad de la ciudadanía, «cuenta con los SIEM (Sistema de Gestión de Eventos e Información de Seguridad) y con los avanzados protocolos de seguridad del 5G».
Trabajo pendiente
Rocío Sáenz, directora para el sur de Europa, Oriente Medio y África de BT, reivindicó, por su parte, en el encuentro de Ametic, «una mayor atención al papel de las redes de telecomunicaciones en el ecosistema de la IA, ya que las actuales infraestructuras no están lo suficientemente preparadas para los nuevos patrones de tráfico (como el tráfico entre nubes o desde el ‘edge’ a múltiples dispositivos) para responder con eficiencia a la latencia, disponibilidad y volumen que exigen los modelos actuales. Antes, los diseños eran más estáticos, con cargas más predecibles. Ahora, la solución pasa por habilitar rutas en función de la demanda de una manera dinámica».
Como se destaca en la Directiva (UE) 2024/1275 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 24 de abril de 2024 (relativa a la eficiencia energética de los edificios), «ciudades y edificios, unidades de convivencia básicas en el desarrollo socioeconómico, deben orientarse hacia criterios de sostenibilidad cuantificados en datos (consumos, habitabilidad y seguridad) que deben medirse y sobre los que tomar decisiones por parte de gestores municipales y comunidades de propietarios». Por ello se ratifica como esencial, «cada dispositivo integrador en el edificio, físico, virtual o de ambas tecnologías, que obtenga todas las medidas, denominado Nodo IoT».
Desde el Colegio Oficial de Ingenieros de Telecomunicación avisan cómo este marco normativo «no es suficiente, al carecer de una infraestructura integradora para considerar el edificio como un todo y permitir no solo el acceso a los servicios de telecomunicaciones de sus ocupantes, sino también la posibilidad de acceder, como entidad económica, a todos los sistemas de edificio». Proponen un anexo que propicie tecnologías que permitan un mejor control y gestión remota de las infraestructuras, con el foco en la eficiencia».
Colaboración
La relevancia de esta mejora normativo pasa por la colaboración interinstitucional entre expertos en telecomunicaciones, arquitectos, administradores de fincas, etc., «en una responsabilidad a nivel país», en un panorama, por extensión, que presentará más de 50.000 millones de dispositivos conectados en todo el planeta para 2050, con normativas europeas como la Declaración Living-in EU «por el desarrollo digital sostenible». Pasos fundamentales para que las ‘smart cities’ lo sean cada vez más, «para que las Infraestructuras Comunes de Telecomunicaciones se amplíen con la implantación progresiva del edificio sostenible, monitorizado, conectado en territorios inteligentes como la manera de mantener a España en este liderazgo de conectividad».
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