Solo o en compañía de otros, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, va a mantener sostenido en el tiempo su mensaje de censura severa a la respuesta exterminadora de Israel sobre los palestinos, impulsada tras el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023. Y lo va a hacer, pese a que la defensa de la solución de los dos Estados (el israelí y el palestino), la crítica y las medidas sancionadoras decretadas por su Gobierno, lo han convertido ya en enemigo declarado del Ejecutivo de Israel.
La Eurocámara y la Comisión rompen la soledad del Gobierno español mientras el PP opta por ignorar en su agenda el exterminio de gazatíes
Solo o en compañía de otros, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, va a mantener sostenido en el tiempo su mensaje de censura severa a la respuesta exterminadora de Israel sobre los palestinos, impulsada tras el atentado terrorista de Hamás del 7 de octubre de 2023. Y lo va a hacer, pese a que la defensa de la solución de los dos Estados (el israelí y el palestino), la crítica y las medidas sancionadoras decretadas por su Gobierno, lo han convertido ya en enemigo declarado del Ejecutivo de Israel.
Mientras tanto, el PP prescinde del fondo y se escuda en el supuesto “descrédito” que esta postura supone para España en el mundo. Según su opinión, este desprestigio se intensifica con el enfrentamiento de Sánchez con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por la aportación del país a la OTAN en materia de Defensa. Los conservadores consideran que así ponen el foco en la poca fiabilidad que Sánchez representa para los aliados, según su punto de vista.
Sin embargo, desde Estrasburgo ha llegado un soplo de aliento a Pedro Sánchez en sus denuncias a Israel. No está solo, señalan interlocutores gubernamentales. Cuando empezó a denunciar las acciones del Gobierno israelí y la defensa de los dos Estados, arriesgó según estas fuentes. Pero siempre tuvo la certidumbre de que Europa iba a reaccionar. Despacio, pero habría giro.
La discusión sobre si Israel está cometiendo un genocidio ha perdido fuerza. Poco importa cómo se llame a la destrucción de miles y miles de vidas —sin dejar de denunciar el atentado de los terroristas de Hamás y la exigencia de que libere a los rehenes, los pocos que aún quedan vivos—. En esa posición está el Gobierno de España, y ya el Parlamento y la Comisión Europea.
La protesta en las calles del mundo tiene mucho que ver con la posición que tomó este jueves el Parlamento Europeo y el giro de posición de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tras dos años de tibieza. Su discurso en el debate del Estado de la Unión del pasado miércoles, quedará como aquel en el que la jefa del Gobierno europeo se alineó con quienes piden sanciones para Israel, como la suspensión de parte del Acuerdo Comercial de Asociación y sanciones contra ministros extremistas. Pocos días antes, Pedro Sánchez había hecho esos anuncios como presidente de España.
En La Moncloa siguieron el discurso de Von der Leyen con suma atención, así como el resultado de la votación de la Eurocámara del día siguiente, que avalaba la suspensión del pacto comercial con Israel. No fue fácil, según confirman eurodiputados españoles de todas las familias, que reconocen que el paso de Von der Leyen era inimaginable tan solo 20 días atrás.
La intensidad de las negociaciones para esta resolución llevó muchas horas, con el resultado de votos a favor de los socialistas y parte del PP europeo. Sí dijeron todos los socialistas españoles, el PNV y casi todos del PP. La ultraderecha de Patriots, en la que está Vox, rechazó esta resolución, que aún es simbólica hasta que no se traduzca en propuestas concretas.
Los esfuerzos de los eurodiputados españoles del PP, con mucho predicamento en el PPE, por instalar todos los temas nacionales en Estrasburgo y Bruselas, son absolutos. Pero no tanto cuando se trata de abordar la crisis de Oriente Próximo. Y menos desde el pronunciamiento de Von der Leyen, de su familia ideológica, en la misma onda que el jefe de Gobierno español. De Pedro Sánchez habla constantemente el PP en Bruselas y Estrasburgo: “Presidenta Von der Leyen, llame a capítulo a Sánchez. Europa debe parar su deriva autocrática para que no pisotee nuestros principios básicos”, pidió el miércoles la eurodiputada popular Dolors Montserrat. Esto es lo habitual, reseñan los eurodiputados socialistas españoles.
Para Israel y Palestina, el presidente del Gobierno tiene siempre un hueco en su discurso y en su agenda, como se vio este domingo en un mitin de partido en Málaga. Sánchez se mostró “orgulloso” de la sociedad española, que hizo visible su apoyo a Palestina durante la Vuelta ciclista a España.
Feed MRSS-S Noticias